lunes, 30 de marzo de 2009

Caótica.

¿Y por qué vuelve el frío? (¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?) que las manos se me entumecen y se sienten más solas que nunca, que necesitan agarrarse a otra para que no me caiga y yo tiemblo, o mejor dicho, el viento me mueve a su antojo, me eriza el pelo, me hace cosquillas. Me devuelve mi esencia y me recuerda que tengo que averiguar quién soy para poder encontrar a los ojos gemelos de mi alma, uno de los que ni me plantee si quiera el confiar o no en ellos porque resulte evidente. Me vuelvo loca, pero sólo a veces, sólo cuando la tierra tiembla bajo mis pies y yo no sé a qué se debe, miro si hay mar cerca y solo encuentro asfalto y alquitrán, pero nada de piedras. ¿Así cómo voy a encontrarme?
[Abro los ojos, ya no estás aquí, ella tampoco, que fue la que me empujó. Estoy en un charco de lluvia, los despojos de mi globo aerostático resposan a mi lado, ha sido un duro golpe para mí, para él (para todos) Milagrosamente salí con vida, renovada de mundo veo las cosas distintas como quien escapa de una muerte segura. Mis ojos son otros, guardaré uno de los antiguos en la caja de tus recuerdos, el otro lo escondí al lado de las caracolas. Versos de arena, antítesis a finales de marzo.]
Creo que he entrado en un sueño hipnótico, pero no me eches mucha cuenta, que soy de las que les cuesta distinguir realidad de ficción. Anoche conseguí gritar en silencio verdades brutales, de las que se te agarran a la piel y la desgarra a tiras porque encontré hipótesis nuevas a las que poder sujetarme y por un momento me perdí, allí sola en la cama, desnuda ante el mundo gris, y sentí mareos. Vértigo. Vértigo. Vértigo. Sumergida en mi propio caos, paradoja creciente, anhelé una mano calentita de ésas a las que me agarro para no caerme, pero sólo me vio temblar la camiseta de París, je t'aime.

sábado, 21 de marzo de 2009

¿Y qué...si te miro de lejos?

¿Y qué... si te miro de lejos?
Si lo hago es porque me ciegas y no quiero acercarme. Porque me duele saber que estás ahí, tan tuya, y no puedo tocarte. Porque tus palabras pesan como pianos de cola y no quiero volver a escuchar la Nocturna.

¿Y qué si te miro de lejos?
Si lo hago es porque no respiro a tu lado. Porque el sol sale por el Oeste si no te veo, y mi vida se torna entonces de un triste color azul grisáceo.

¿Y qué si te miro de lejos?
Será porque tu olor me embriaga, y tengo que conducir de vuelta. Será porque el Titanic se hundió y mi ego tocaba el violín en la orquesta. Será porque el hombre llegó a la Luna y la cogió antes que yo para ti.

¿Y qué si te miro de lejos?
Si lo hago… es porque eres un quiero y no puedo. Un soneto incompleto, una canción sin estribillo, un corredor sin meta, un suspiro en el fondo del mar…

domingo, 15 de marzo de 2009

Una explicación... y todas esas cosas

Un saltito. Es lo que me habría bastado para evitar este charco. Pero ya sabes, como un crío, me gusta llegar, pisar, chapotear y dejarme las botas hechas un asco. ¡Es lo divertido! ¿No?

Una palabra. Es lo único necesario para que yo vuelva a hacer como si nada. Pero ya sabes, como un amigo, sé que no basta con ver arrepentimiento ahora en tu cara. ¡Necesito el día a día! ¿No?

Necesito que me pidas, y que te dé. Necesito que me digas, y que tengas fe. Necesito estar en tu día, como estuve en tu ayer. Necesito que seas mi amiga, y yo tu amigo también.


Un problema
. Es lo que siempre hemos superado juntos. Pero ya sabes, ya te lo he dicho, siento que te pierdo, y que le temo al futuro. ¿He de temer el mañana? ¡No!

Mucha confianza. Siempre hemos alardeado de eso. Pero ya sabes, hay que alimentarla poquito a poquito, con cariño, con esmero. ¿Es así últimamente? No...

Necesito que me pidas, y que te dé. Necesito que me digas, y que tengas fe. Necesito estar en tu día, como estuve en tu ayer. Necesito que seas mi amiga, y yo tu amigo también.

Y sí, aunque no me creas, hasta he bañado mi almohada de un triste sabor a sal.
Y sí, aunque no me creas, sigo esperándote. Esperaré mil lágrimas más.



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Señor corbata feliz, estoy deseando que escribas. A ver si puedes sacar tiempo. Un saludo a todos.